Un Lugar para Ti

Jardín del cuerpo: sexta sesión

Tiempo de lectura: 6 minutos

 

Claudia Masin

(Argentina 1972- )

 

 

La helada

 

Quien fue dañado lleva consigo ese daño,
como si su tarea fuera propagarlo, hacerlo impactar
sobre aquel que se acerque demasiado. Somos
inocentes ante esto, como es inocente una helada
cuando devasta la cosecha: estaba en ella su frío,
su necesidad de caer, había esperado
-formándose lentamente en el cielo,
en el centro de un silencio que no podemos concebir-
su tiempo de brillar, de desplegarse. ¿Cómo soportarías
vivir con semejante peso sin ansiar la descarga,
aunque en ese rapto destroces la tierra,
las casas, las vidas que se sostienen, apacibles,
en el trabajo de mantener el mundo a salvo,
durante largas estaciones en las que el tiempo se divide
entre los meses de siembra y los de zafra? Pido por esa fuerza
que resiste la catástrofe y rehace lo que fue lastimado todas las veces
que sea necesario, y también por el daño que no puede evitarse,
porque lo que nos damos los unos a los otros,
aún el terror o la tristeza,
viene del mismo deseo: curar y ser curados.

 

María Gómez Lara

(Colombia 1989- )

 

 

El lugar de las palabras 

 

Para el Doctor Javier Romero
que me encontró el lugar de las palabras

I

nunca había pensado
que las palabras ocupan un espacio en el cerebro

un rincón preciso justo irremplazable
hay un lugar en donde están almacenadas

tampoco había entendido
que todos los cerebros son distintos
que cada uno guarda el lenguaje donde puede

tú por ejemplo
dice el médico
lo debes tener en todas partes

vamos a buscar
exactamente

dónde aparece tu lenguaje dónde es que lo guardas
vamos a dar con el lugar de las palabras

para ver si está comprometido

el examen es una resonancia
(ya me han hecho tantas reconozco la cápsula cerrada y aún me
aturden los ruidos)
pero esta vez vas a pensar palabras piénsalas no las digas en voz
alta
vas a ver en la pantalla una palabra por ejemplo bicicleta
y piensas bicicleta pedales timón cadena

para rastrear tu lenguaje
lo más importante
es la generación de verbos
ves por ejemplo la palabra puerta
y piensas todos los verbos que puedas mientras más mejor
pienso abrir cerrar derrumbar deshacer levantar empujar jalar
portazo (no es un verbo pero es linda la palabra portazo
concéntrate maría piensa un verbo)
door
open close that’s about it
no olvides no mezclar los idiomas si ves la palabra en inglés
piensa en inglés mantenlos separados
vamos a hacerte un examen bilingüe
primero en español luego en inglés
you are going to see the first words in Spanish
en español se me ocurren más verbos
(puedo actuar con más ímpetu con más precisión
qué curioso que el lenguaje se mida con acciones
que hacer sea más fuerte que nombrar
yo pensaba que las palabras más palabras
eran los nombres de las cosas)

en todo caso el examen bilingüe
es porque tampoco sabía
que el cerebro guarda en un lugar la lengua materna
y en otro distinto los idiomas aprendidos
depende de la edad en que se aprendieron
(yo por ejemplo aprendí tarde y tengo acento en todos los idiomas)
el cerebro además procesa de manera diferente la información
que sabe y la que no sabe
(yo por ejemplo no sé cuántos jugadores tiene un equipo de
basketball: no sé en español no sé en inglés y quieren que
responda que piense algo que piense ahora la respuesta
pienso entonces cualquier número
supongo que no me estarán midiendo lo que sepa de deportes
porque la verdad es que no sé nada así que al menos en eso
estoy tranquila: ahí no hay nada que perder)
quieren encontrar todas mis palabras
incluso las que uso para traducirme en esta tierra helada
can I think in Spanish?
le pregunto a la enfermera
me dice que sí afortunadamente
primero porque en inglés no conozco
el vocabulario específico de las bicicletas
ni sé nombrar las partes de una puerta
y sobre todo porque si hay que escoger
me quedo con mis palabras en español
de eso no cabe duda
prefiero salvarlas mil veces

 

 

II

por alguna razón
siempre pensé que las palabras
sólo sufrían de amenazas metafóricas

a diferencia del cuerpo o incluso el corazón
(porque ambos empezaban a romperse con el mundo)
y los oía quebrarse
sentía los huesos rotos
sentía la vida hecha polvo se anunciaba el dolor desde antes
cuando oía el golpe el estruendo el portazo la caída
por ejemplo
cuando llegaste tú

las palabras eran otra cosa
las palabras eran mías
y si se rompían yo podía repararlas

por ejemplo cuando no sabía
cómo nombrar la herida que dejaste
para empezar a cerrarla

escribí y escribí y escribí
tantos poemas
que no se parecían a tu nombre
que no eran suficientes
que no trazaban la forma de tu hueco

palabras y palabras y palabras que no bastaban para borrarte
pero ocupaban un espacio en la página
y al verlas dibujadas
comenzaba a sanar
al rodearte con ellas
empezaba a convertirte en cicatriz

 

III

en cambio ahora
hay una bomba de tiempo en mi cerebro
que quién sabe cuándo explota
quién sabe cuándo se transforma
puede ser nunca o mañana o en un año

quién sabe
cuándo
empieza
a crecer

y a invadir
el territorio
donde viven
mis palabras

a desplazarlas
a acorralarlas
a doblegarlas
a arrinconarlas

¿dónde las voy a poner
si están comprometidas?

¿existirá algún lugar en donde pueda guardarlas?

¿cómo las protejo
cómo las escondo?

¿en dónde me resguardo
si he perdido mi refugio?

¿dónde vivo yo si las palabras son mi casa?

 

 

Victoria Guerrero

(Perú 1971- )

 

9-02

 

Le inoculo la enfermedad para que sane La enfermedad riega sus venitas Su cerebro Cada hemisferio se envenena Es un amor insomne Es un amor ridículo de cartas y mensajes infames
Es un amor torpe Por tu culpa me he enredado en este amor Por tu culpa este amor se ha enredado en mí El olor de sus cabellos me seduce Me dejo inocular la enfermedad yo también
Cómo se crispa la enfermedad en mis venas
Estalla como un fuego artificial Se asfixia Se estrangula Todas las combinaciones son perfectas esta noche
Todas las combinaciones son posibles Todos los colores y todas las sustancias Todos los números impares y la mala ortografía
Todos los fluidos y todos los químicos Así dice el Amor Así dicen que es
Me entrego a este amor Tomo todas sus pastillas Aprendo a escribir nuevos nombres
CMF (Ciclofosfamida, Metotrexato y 5-Fluorouracilo)
A engullir otros signos

Y ya qué diablos

 

 

Ana Estrada

(Perú 1971- )

 

Delirio de cirios

Susurro de flamas cialíticas
Yo, vigía del agua de mis otoños largos, impenetrables
El fuego anida en mis concavidades
He librado a mis venas del invierno.
Laten acompasados mis pechos en deshielos forestales.
En tiempos de guerra fui frontera
Nacieron animales perfectos
Siembra en mi vientre.
Mi lengua porosa
Es mujer insignia
Escudo verde para quemarlo todo
De rostro empantanado
Pies de algas orilladas a la vida
Mis costillas empedradas
Bailan al alrededor del fuego
Invoco a mis hijas de alumbre
Tejido de destinos incinerados
Presente adormecido de infinito cuenco
Iluminadas sombras
¿Por qué quieren ahogarnos si somos las dueñas de ese fuego que nos mata?
Ellos, molino de viento
Nosotras, tejedoras de métricas y sílabas y conjugación
Mis hermanas, punto de acopio para guarecer ante la impunidad
Ellos tenían la lanza
Nosotras antorcha que lo iluminaba todo
¿Por qué nos temen?
Arrancaron mi lengua
Mis pupilas empedradas fue su herradura
Soy marea furiosa que encalló
Suaves oleadas nutricias para las nietas que vendrán
Y no alcanzarán nuestra orilla
Y lo seremos todo.
Mi país duende danzante
Movimientos de bayas brillantes
Soy branquias
me sumerjo al sur de mis yemas
¿Por qué me temen?
Cortaron mis esquejes antes de florecer
Igual que la brisa deja sus gotas en la hoguera que alumbra
En mis uñas crecieron osamentas lúcidas
Finas y firmes para bordar el primer recuerdo
Y acuñan la fiesta de mi silencio y soy leyenda y ya no muero nunca más.

 

 

Daniela Camacho

(México, 1980)

 

 

Primera carta para la mujer espléndida

 

Abuela,
Otra vez entre los matorrales oí cosas. Ven y sálvame la vida. Sólo tú verás al escorpión rayado merodeándome las partes húmedas y frías. Ven con excremento fresco de caballo y plantas buenas, dame de beber hierba de golpe; úntame con grasa de gallina aquí y aquí para borrar las manos que me sufren, toma por asalto mi lugar entumecido, la mandíbula atascada, el corazón. O échame a las aguas del canal ahora que conozco el aire sucio, ahí estará el fantasma de Matea para verme aparecer, partida como ella, cansada de flotar. Yo me iré hasta el fondo, derechito, porque una vez leí que los ahogados ya no sueñan, que los muertos ya no pueden ser besados porque apestan y así el mal hombre va a dejarme tranquilita, sin gritar, pero cerrada.

 

 

Raúl Gómez Jattin

(Colombia, 1945-1997)

 

Un probable Constantino Cavafis a los 19

 

Esta noche asistirá a tres ceremonias peligrosas
El amor entre hombres
Fumar marihuana
Y escribir poemas
Mañana se levantará pasado el mediodía
Tendrá rotos los labios
Rojos los ojos
Y otro papel enemigo
Le dolerán los labios
Y le arderán los ojos como colillas encendidas
Y ese poema tampoco expresará su llanto

 

Philip Larkin

(Inglaterra 1922-1985)

 

El cortacésped

 

El cortacésped se atascó, dos veces, me arrodillé
y encontré un erizo entre las cuchillas,
muerto. Estaba entre las hierbas altas.
Lo había visto antes, y hasta le había dado de comer,
una vez. Ahora había destrozado su discreta existencia
sin remedio. Enterrarlo no me ayudó:
A la mañana siguiente yo me levanté y él no.
El primer día después de una muerte, la nueva ausencia
es siempre lo mismo; deberíamos cuidar
unos de otros, deberíamos mostrar amabilidad
mientras aún haya posibilidad.

 

 

Susan_Sontag_La_enfermedad_y_sus_metafor

 

 

 

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