Franco Barbato
( Santiago de Chile, 1983)
El Irrealismo Poético es una respuesta pacífica a la realidad fundamentada en portar el acto creativo en su atemporalidad y abstracción a la cotidianidad de los días. La irrealidad entendida como una ética para habitar el mundo, deshabitar la realidad y su monopolio de la cultura, el arte y la moral.
Es una invitación para las almas rotas, los marginados que están cansados de los escombros ideológicos y religiosos del paso de la historia y el tiempo.
El mundo cambió, pero no nuestra forma de aprehenderlo, por eso la fricción, el ruido, la crisis permanente. No hay izquierda ni derecha. La realidad es macabra. La realidad mata.
Nosotros debemos dejarla morir para construir la irrealidad.
MANIFIESTO IRREALISTA
Declaración Universal de Principios
“Entra a la cueva de todo lo que no existe, desvístete de la pesada realidad que cargas todos los días sobre tu cuerpo. Mírate. Busca un espejo entre las sombras. Arráncate los ojos con tus propias manos y clávalos a la pared. Ahora mira de nuevo. Ahora todo es distinto. Ahora eres en todo aquello que aún no existe. Eres irreal. Eres atemporal. Eres una pequeña flor que rompe el cemento y resiste el temporal”
Nosotros, poetas y creadores nos revelamos contra el exceso de realidad y sus determinismos sociales.
Decimos NO a la poesía y el arte contemporáneos en cuanto éstos buscan levantar el ego del poeta y del artista y no a la poesía ni al arte.
Decimos NO al conformismo colectivo que acepta ciertas verdades sociales como inherentes al status quo: NO a la guerra. NO al hambre de los pueblos. NO a la explotación infantil ni de la mujer ni de los ancianos ni del hombre por el hombre.
El irrealismo NO es un movimiento exclusivamente poético, por eso son invitados a participar en él todo tipo de creadores: pintores, escultores, bailarines, músicos, fotógrafos, arquitectos, entre otros.
Decimos NO tajantemente al capitalismo y también a cualquier tipo de ideología o religión de los milenios pasados que crearon el mundo de hoy.
“LO QUE NO TENGO, LO QUE NO SOY»
(Irrealismo Poético)
Tengo esta rabia
Tengo estos puños
Tengo un animal dentro
Tengo las ácidas arcadas
Tengo las suicidas mañanas
Tengo a mis héroes ahorcados
Tengo tantos muros por destruir
Me paseo furioso por el bosque
Flotante de mis pensamientos
Con una antorcha en la mano
Son mil palabras calladas
Trepando mi silencio
Y yo drogado y solo
Veo por la ventana
Como ellas pasan
Pisando caracoles
Asesinando dioses
La realidad no es tal
Si escribiendo la traspasas”
Los irrealistas deberán ser personas absolutamente comprometidas con la construcción de irrealidad, es decir, de aquello que el poder y quienes viven en y de él apuntan como “imposibles”. Ergo, el irrealismo inherentemente conlleva a una ética de vida y a una cosmovisión inquebrantable.
La irrealidad la entendemos como un escape necesario de la realidad y sus manifestaciones económicas, políticas, sociales y culturales.
Los irrealistas respetamos cada forma de vida.
Los irrealistas aceptamos el desafío de combatir por nuestro planeta, no por un país.
Los irrealistas nos definimos como un movimiento absolutamente pacífico, por lo tanto, no apoyaremos bajo ninguna circunstancia ningún tipo de pronunciamiento militar ni armado.
Los irrealistas aceptamos como maestro supremo a la naturaleza y sus manifestaciones.
Los irrealistas y sus expresiones creativas buscarán crear un sendero, primero, al interior de nosotros mismos y luego hacia el exterior.
Los irrealistas aceptamos el mejorarnos primeros a nosotros antes de intentar mejorar al mundo.
Los irrealistas no necesitaremos abusar del alcohol o de las drogas para crear una identidad individual o colectiva. Un adicto jamás podrá ser un irrealista a causa de su dependencia.
Los irrealistas aceptarán que la muerte no es el fin de la vida, sino una puerta a un gran misterio con el cual nos relacionaremos codo a codo.
Los irrealistas no atacaremos la realidad, sino que crearemos una dimensión paralela que habitaremos con nuestras creaciones, dejando la ventana abierta para que cualquiera que tenga ganas de saltar muros pueda entrar.
Los irrealistas gozarán de libertad absoluta en el crear, sea en método, técnica o argumentos, siempre cuando el producto final signifique una fisura o fractura de los determinismos contemporáneos y de las convenciones sociales que estructuran aquello que llaman “realidad”.
Los irrealistas no somos surrealistas, no deseamos distorsionar la realidad, sino crear una totalmente nueva.
Los irrealistas no buscaremos respuestas, sino nuevas preguntas.
Los irrealistas deberemos patear la cerca de nuestra imaginación lo más lejos posible, pararnos en puntillas a mirar lo desconocido y crear desde y hacia esa visión, alucinación o delirio.
Los irrealistas no creemos en la locura como enfermedad, sino como un paradigma para aprehender otra dimensión de este mundo.
Los irrealistas entendemos a la vida como lo que es: un evento orgánico traducido en que nacemos y debemos morir. Esto significa que la misión más importante del creador irrealista será volver a ser semilla, a su sencillez y a los elementos fundamentales del ser: la inocencia, el juego, la humildad y la empatía con el dolor y el goce ajeno.
Los irrealistas lucharemos por recuperar la humanidad como base de toda relación social. Esto inherentemente conlleva a no aceptar ningún tipo de prejuicio racial.
Los irrealistas no se comprometerán con partidos políticos ni con otras estrategias de control social, al ser estas partes estructurales de lo que hoy entendemos como realidad.
Los irrealistas no buscaremos la fama, sí la eternidad, sí la trascendencia.
Los irrealistas creeremos en lo que creamos, sin importar los prejuicios sociales ni las verdades colectivas ni el peso de la historia.
Los irrealistas no nos preocuparemos de realizar todos nuestros sueños, sino que nos ocuparemos en no dejar de soñar.
Los irrealistas no entraremos en batalla con nuestros críticos, detractores, haters ni cuando se nos meta en ridículo, pues nuestra misión no es convertirnos en matamoscas. Nuestro contrataque será la creación de irrealidad, la ocupación de las palabras vacías de sentido, la invasión de imperios deshabitados.
El ethos irrealista será la creación de una República sin Estado y la ocupación del mundo poetizando.
El pathos irrealista será la conversión total del planeta tierra en un lugar armónico, sin guerras, sin violencia, donde no haya estructuras de poder ni jerarquías piramidales ni privilegiados. Para ello es de absoluta importancia alejarse de los placeres del ego y derramarse sobre el resto de las personas.
Los irrealistas entenderemos los conceptos de “bien” y “mal” como convenciones temporales que han de ser superadas.
Los irrealistas debemos santificar la risa.
Ergo, si usted se siente tocado por esta declaración de principios, lo invitamos a crear irrealismo, firmando o identificando sus creaciones, obras, libros, pinturas, esculturas, etc, como irrealistas, invitando al resto a ser parte de esta nueva sensibilidad. Hasta el momento hemos recibido el interés de poetas, y actores en Chile, poetas en Suiza, poetas e ilustradores en España, pintores en Perú, poetas en Argentina, poetas en Hungría y poetas en Italia. ¿Y tú, también quieres ser un Irrealista? Bienvenido entonces! Te invito a creer para crear y a crear para creer.
“NO SOY SOLO LO QUE SOY
No soy surrealista
Tampoco realista
Ni sé si soy real!
Palabra o persona
(o mitad y mitad)
Pero aquí estoy, plantado en mi mente
Pateando piedras a mitad del universo
Vagando por sus largas madrugadas
Arrastrado por sus cadenas celestes
Voy atravesando como un puñal frío
Los tibios cuerpos de la negra noche
No soy surrealista
Tampoco realista
Más bien soy poesía irreal
Mitad sueños, mitad animal
Soy esa parte que no existe y que
Justifica la existencia de los demás
Así como la antimateria permite que las flores
Sean también flores del mal
Escribiendo de todo
Lo que no existe
Hago nacer
Irrealmente
La realidad
Atrás de la lengua y de sus primeras palabras
Gira a toda prisa el eterno círculo de la vida
Más allá de la verdad o de la mentira
La vida la veo con mi secreto ojo
Que tengo escondido
En mi bolsillo
Brillando
Como
El oro
Hiper-irrealismo
Sub-irrealismo
Escribo
Caminando hacia atrás”