Hugo Ball
(22 de febrero de 1886 – 14 de septiembre de 1927)
Karawane (Caravana)
jolifanto bambla o falli bambla
großgiga m’pfa habla horem
egiga goramen
higo bloiko russula huju
hollaka hollala
anlogo bung
blago bung blago bung
bosso fataka
ü üü ü
schampa wulla wussa olobo
hej tatta gorem
eschige zunbada
wulubu ssubudu uluwu ssubudu
tumba ba-umf
kusa gauma
ba-umf
Constantino Kavafis
(Alejandría, 1863-1933)
Recuerda, cuerpo
Cuerpo, recuerda no solamente cuánto fuiste amado,
no solo los lechos en que te acostaste,
sino también aquellos deseos que por ti
brillaban en los ojos manifiestamente,
y temblaban en la voz; y algún
obstáculo casual los hizo vanos.
Ahora que todo ya está en el pasado,
parece casi como si a los deseos
aquellos te hubieses entregado; cómo brillaban,
recuerda, en los ojos que te miraban;
cómo temblaban en la voz, por ti, recuerda, cuerpo.
Eduardo Chirinos
(Lima 1960-2016)
This World is half the devil´s and my own
Dylan Thomas
¿Y qué harás con tu castillo y tus torres, Eduardo, Eduardo?
Balada tradicional escocesa
Te has arrodillado desnudo en la losa
y has observado largamente tu propia mierda, Eduardo, Eduardo,
luego de tres días sin comer has vaciado tu cuerpo
y lo has visto como a un manso animal descansando al borde de la carretera.
Estás desnudo, Eduardo, Eduardo, has acariciado torpemente la bola de
cristal y nada has visto,
apenas un fragor de caballos quebrando la pista,
apenas tus huesos podridos flotando en el mar.
Estás solo, Eduardo, Eduardo,
ahora es el momento de cerrar los ojos y rascar con la uña la vana superficie
del espejo, ahora es el momento
de romper medallas y escupir los retratos de la B. de Portinari.
Tus genitales señalan al sur, Eduardo, Eduardo,
la flecha impostora desvía bandadas de pájaros que equivocan el camino
y juntas las palmas de las manos hasta procurar el fuego;
así es el mundo, Eduardo, Eduardo,
el mundo que hace del amor un grito inescuchable,
el mundo que hace del amor una ventana rota.
La mitad del mundo es tuya y la otra del demonio, Eduardo, Eduardo,
mas la otra es una malla de cobre donde cuelgan las palabras
vacías como cajas de cartón en espera de ser utilizadas.
Has plagiado un verso, Eduardo, Eduardo,
te has inclinado ante tu propia mierda a desclavar estacas y volverlas a clavar,
te has observado inútilmente en el espejo
hasta saber que ahora es el momento de decir unas palabras.
No sea que despierte el manso animal que descansa al borde de la carretera
y lo atropellen.
Del libro Archivo de huellas digitales (1984)
Razones para escribir poesía
Entonces vi a mis padres. Lo recuerdo claramente. Ella nos miraba jugar detrás de la ventana. Él veía un programa de televisión que alternaba con la lectura del periódico. No estaban muertos. Eran, eso sí, muy jóvenes (más de lo que yo soy ahora) y hacía un calor inquietante y húmedo como corresponde a los veranos del trópico. Una vez la vi bañarse a través del ojo de la cerradura. Oh cómo recuerdo sus pechos temblando lentamente bajo el agua fría, el tenue aletear de los murciélagos, el angustioso croar de los sapos y las ranas. De pronto, el golpe seco y definitivo de mi padre. En verdad no recuerdo si me dio o no un golpe. Sólo sé que poseí por un instante la belleza. Y que en ese instante la perdí para siempre.
En Abecedario del agua
La salud de los poemas
«La salud es el silencio de los órganos»,
dicen los tratados médicos. Su sabiduría
contempla en el dolor un lenguaje, un
cuerpo vivo que se queja y sufre. Todos
tenemos una oscura cicatriz que disimula
un viejo y renovado dolor. Sé de jóvenes
que se hieren a propósito. Hartos del
silencio se queman, se mutilan, se hacen
incisiones. Es su modo de estar vivos,
de recuperar el tono de su cuerpo, de
sentirlo suyo y escucharlo alguna vez
hablar. Mientras veía fotos de esos jóvenes
pensaba en los poemas. En su modo tan
cruel de hacernos recordar que son lenguaje.
Un cuerpo lleno de incisiones, cortes,
quemaduras, donde siempre hay alguien
que nos habla. Aunque se quede callado.
Mientras el lobo está
Jorge Eduardo Eielson
(Lima, 13 de abril de 1924 – Milán, 8 de marzo de 2006)
Ceremonia solitaria bajo la luz de la luna
La masturbación es un caballo blanco
Galopando entre el jardín
Y el baño de mi casa
La masturbación se aprende
Mirando y mirando la luna
Abriendo y cerrando puertas
Sin darse cuenta que la entrada y la salida
Nunca han existido
Jugando con la desesperación
Y el terciopelo negro
Mordiendo y arañando el firmamento
Levantando torres de palabras
O dirigiendo el pequeño pene oscuro
Posiblemente hacia el alba
O hacia una esfera de mármol tibio y mojado
O en el peor de los casos
Hacia una hoja de papel como ésta
Pero escribiendo tan sólo la palabra
Luna
En una esquina
Pero sobre todo
Haciendo espuma de la noche a la mañana
Incluidos sábado y domingo.
De «Ceremonia solitaria» Roma, 1964
Cuerpo enamorado
Miro mi sexo con ternura
Toco la punta de mi cuerpo enamorado
Y no soy yo que veo sino el otro
El mismo mono milenario
Que se refleja en el remanso y ríe
Amo el espejo en que contemplo
Mi espesa barba y mi tristeza
Mis pantalones grises y la lluvia
Miro mi sexo con ternura
Mi glande puro y mis testículos
Repletos de amargura
Y no soy yo que sufre sino el otro
El mismo mono milenario
Que se refleja en el espejo y llora
De «Noche oscura del cuerpo» Roma, 1955
Pedro Lemebel
(Santiago, 21 de noviembre de 1952-23 de enero de 2015)
Manifiesto (Hablo por mi diferencia)
No soy Pasolini pidiendo explicaciones
No soy Ginsberg expulsado de Cuba
No soy un marica disfrazado de poeta
No necesito disfraz
Aquí está mi cara
Hablo por mi diferencia
Defiendo lo que soy
y no soy tan raro
Me apesta la injusticia
y sospecho de esta cueca democrática
Pero no me hable del proletariado
Porque ser pobre y maricón es peor
Hay que ser ácido para soportarlo
Es darle un rodeo a los machitos de la esquina
Es un padre que te odia
Porque al hijo se le dobla la patita
Es tener una madre de manos tajeadas por el cloro
Envejecidas de limpieza
Acunándote de enfermo
Por malas costumbres
Por mala suerte
Como la dictadura
Peor que la dictadura
Porque la dictadura pasa
y viene la democracia
y detrasito el socialismo
¿y entonces?
¿qué harán con nosotros compañero?
¿Nos amarrarán de las trenzas en fardos
con destino a un sidario cubano?
Nos meterán en algún tren de ninguna parte Como en el barco del general Ibáñez
Donde aprendimos a nadar
Pero ninguno llegó a la costa
Por eso Valparaíso apagó sus luces rojas
Por eso las casas de caramba
Le brindaron una lágrima negra
A los colizas comidos por las jaibas
Ese año que la Comisión de Derechos Humanos no recuerda
Por eso compañero le pregunto
¿Existe aún el tren siberiano
de la propaganda reaccionaria?
Ese tren que pasa por sus pupilas
Cuando mi voz se pone demasiado dulce
¿y usted?
¿qué hará con ese recuerdo de niños Pajeándonos y otras cosas
En las vacaciones de Cartagena?
¿El futuro será en blanco y negro?
¿El tiempo en noche y día laboral
sin ambigüedades?
¿No habrá un maricón en alguna esquina desequilibrando el futuro de su hombre nuevo?
¿Van a dejarnos bordar de pájaros
las banderas de la patria libre?
El fusil se lo dejo a usted
que tiene la sangre fría
y no es miedo
El miedo se me fue pasando
De atajar cuchillos
En los sótanos sexuales donde anduve
y no se sienta agredido
Si le hablo de estas cosas
y le miro el bulto
No soy hipócrita
¿Acaso las tetas de una mujer
no lo hacen bajar la vista?
¿No cree usted
que solos en la sierra
algo se nos iba a ocurrir?
Aunque después me odie
Por corromper su moral revolucionaria
¿Tiene miedo que se homosexualice la vida?
y no hablo de meterlo y sacarlo
y sacarlo y meterlo solamente
Hablo de ternura compañero
Usted no sabe
Cómo cuesta encontrar el amor
En estas condiciones
Usted no sabe
qué es cargar con esta lepra
La gente guarda las distancias
La gente comprende y dice:
Es marica pero escribe bien
Es marica pero es buen amigo Súper-buena-onda
yo no soy buena onda
yo acepto al mundo
Sin pedirle esa buena onda
Pero igual se ríen
Tengo cicatrices de risas en la espalda
Usted cree que pienso con el poto
y que al primer parrillazo de la CNI
Lo iba a soltar todo
No sabe que la hombría
Nunca la aprendí en los cuarteles
Mi hombría me la enseñó la noche
Detrás de un poste
Esa hombría de la que usted se jacta
Se la metieron en el regimiento
Un milico asesino
De esos que aún están en el poder
Mi hombría no la recibí del partido
Porque me rechazaron con risitas
Muchas veces
Mi hombría la aprendí participando
En la dura de esos años
y se rieron de mi voz amariconada Gritando: y va a caer, y va a caer
y aunque usted grita como hombre
No ha conseguido que se vaya
Mi hombría fue la mordaza
No fue ir al estadio
y agarrarme a combos por el Colo Colo
El fútbol es otra homosexualidad tapada Como el box, la política y el vino
Mi hombría fue morderme las burlas
Comer rabia para no matar a todo el mundo Mi hombría es aceptarme diferente
Ser cobarde es mucho más duro
yo no pongo la otra mejilla
Pongo el culo compañero
y ésa es mi venganza
Mi hombría espera paciente
que los machos se hagan viejos
Porque a esta altura del partido
La izquierda tranza su culo lacio
En el parlamento
Mi hombría fue difícil
Por eso a este tren no me subo
Sin saber dónde va
yo no voy a cambiar por el marxismo
que me rechazó tantas veces
No necesito cambiar
Soy más subversivo que usted
No voy a cambiar solamente
Porque los pobres y los ricos
A otro perro con ese hueso
Tampoco porque el capitalismo es injusto
En Nueva york los maricas se besan en la calle Pero esa parte se la dejo a usted
que tanto le interesa
que la revolución no se pudra del todo
A usted le doy este mensaje
y no es por mí
yo estoy viejo
y su utopía es para las generaciones futuras Hay tantos niños que van a nacer
Con una alíta rota
y yo quiero que vuelen compañero
que su revolución
Les dé un pedazo de cielo rojo
Para que puedan volar.