COLLAGE SONORO, RELATO VISUAL
Son 4:13 am., ojos abiertos desde las 3 am. Me quedé dormida arrullada por el collage sonoro de los relatos escuchados y un concierto de imágines flotando de un lado a otro a través de mi pantalla mental. Relatos tejidos entre ellos con tal precisión que poder precisar donde comenzaba uno y acababa otro requería una mente más aguda, y a esa hora de la madrugada no tenía.
Recorrian mi cuerpo.
Los estaba viviendo.
Me sentía aterrada, conmovida y movida interiormente hacia otros lugares nunca antes explorados pero ciertamente deseosa por conocerlos. Lo que sentí con cada ejercicio que iban exponiendo mis compañeros del taller se hace difícil de nombrar.
Cuando se terminó la sesión bajé la tapa del laptop. Suspiré: ¿los volveré a escuchar de nuevo? ¿Los volveré a leer de nuevo? sentí el conocido sabor dulce-amargo característico de cuando una experiencia maravillosa está por culminar. Mirar cerrarse un portal por donde entró mucha luz. Caminé lentamente de una lámpara a otra, eran tres lámparas de mesa, para apagar las luces de la sala. Me dirigí a la cocina acompañada de un pensamiento y una idea que me acechan y atormentan, a los cuales en lugar de verlos como enemigos los estoy aprendiéndo a mirar como mensajeros: ¿será realmente posible realizar el oficio y el deleite de la escritura no solo para mí sino también para compartir con las masas? Estaba tan sorprendida de todo lo que había vivido con cada relato. Me sentí honrada al ser testigo de la suma de tal excepcional riqueza en vocabulario, gran elocuencia, creatividad narrativa, sensibilidad y audacia. Por un segundo recordé mi texto y tal recuerdo llegó matizado por colores básicos, como quien después de haber comido un exquisito manjar de sabores explosivos y exóticos, trata de recordar el sabor de una comida simple.
Recogí los pedacitos que quedaban de mi después de haber visualizado mi rol de escritora aniquilado por tan remarcables textos. Reuní mi carácter y conseguí nuevamente a Claudia la mujer, valiosa, talentosa y vanguardista. Debo confesarles que he estado abrazando con mucho recelo desde hace varios días a mi niña interior, tanto que hasta había olvidado el tema de los orgasmos y los placeres sensoriales de la carne y el espíritu – y es que este tema ha marcado huellas dejando secuelas importantes – no recuerdo orgasmos de casada, pero no hablaré de esto en este relato. Deseo resaltar con entusiasmo mis impresiones primarias al escuchar a los compañeros del taller que mencionaré acontinuación:
Daniel tus comentarios me hicieron vivir cada lectura desde un lugar diferente al lugar desde donde yo las percibí – lograste parafrasearlas de manera que recreaste un relato maravilloso adicional. Te miraba mientras hablabas, y era como ver y escuchar a un joven entusiasmado narrando una gran lectura compuesta de diversos géneros y fragmentos. Ana gracias por hacerme creer en el amor de pareja, por enseñarme que sí existe, que no es una utopia. Vilma tu fuerza, tú cálida y tierna voz, trajo a mi memoria las historias que me mi madre reproduce de cuando en vez sobre su padre. Extrañé a mi abuelo mientras te escuchaba. Milena como te has atrevido a describirme si ya no me recordaba. No sabía que había olvidado tanto….! Juan tus imágenes – especialmente las del asesinato- me han quitado el sueño. Debo confesar que en algún momento mientras te escuchaba deseaba ser esa mujer, deseaba ser parte de la historia, ¿sabes cuál?, no la historia que paralelamente vivía, no la que se cruzaba en medio del placer exacerbado ( aunque en un momento así que importa morir). Decía que deseaba ser esa mujer que estaba siendo penetrada profundamente cómo el ki del samurai que es penetrado por la daga buscando con tan cruel acto vivir un instante la eternidad. Marta, ¿cómo es posible ser tan dulce?, me pregunto si podría yo escribir frases tan sencillas, cálidas, llenas de colores pasteles, brisa fresca y aroma a chai y especies, y al mismo tiempo causar tanto estremecimiento.
Deisy: I have no idea about what were you talking?,¿ multiples orgasmos? , ¿20 orgasmos? ¿cuantas veces al dia?, ¿de qué me perdí?, ¿o que me espera el día en que mi amado aparezca? . Te escuchaba sin poder procesar una sola frase de las que decías pero te aseguro que has despertado en mi la curiosidad que me guiará hacia la exploración de territorios y montañas en mi piel aún no conquistados. Gracias por presentarme la guía de orgasmos cósmisco mas explícita que estoy segura podré haber escuchado en esta vida.
Y a usted mi Querida Angélica, no me queda más que agradecerle por tanta generosidad y por mostrarme desde la distancia pero sintiéndola muy cerca como crecer en mi rol de escritora. Su presencia a fortalecido y ayudado a madurar una parte de mí que se sentía pequeña y minusválida.
Claudia Borges, escribe para que no la olviden más, para que la recuerden. Escribe con la esperanza de que alguien le de vida a sus sueños. Es una escritora eternamente en transformación.
Ejercicio de escritura del Taller: Narrativas autoreflexivas, una escritura de lo cotidiano. Dirigido por Angélica González Otero. Educación Continua, Universidad Javeriana de Bogotá.