Rosabetty Muñoz
(Ancud, 1960)
En esta breve selección de poemas pertenecientes a Ratada (2005), la poeta chilena nos hace parte de la desolación aquietada de un pueblo a un mismo tiempo mágico y sombrío, en donde el acontecimiento mayor se vuelca hacia el aparecimiento monumental de centenares de ratas en cierta época del año. Pero el ahogo de estos poemas no procede necesariamente de esa invasión, sino de otras invasiones que vienen de más adentro, que son más particulares, y que recuerdan, justo por esos días, la inmediatez y la finitud propia.
(huele a esencias)
No esperen una postal amable
deste pueblo de mierda.
Aparte del mar encabritado
además de las ratas
devorándose entre ellas
aún después de los cadáveres;
el asunto huele a esencias.
Para estar aquí
hace falta estar vencido.
(riegan sus dalias gigantes)
Un espeso olor a semen
se descuelga de los techos,
escurre y se apoza
en la puerta de ciertas casas.
Las esposas sorprendidas en adulterio
riegan sus dalias gigantes,
simulan no oír/no oyen
el insistente golpear del hacha
en el patio trasero.
Hay días en que se puede caminar
sobre el odio endurecido.
(hazañas y carreteras)
Tiempos hubo en que deseamos
ser conocidos por hazañas
carreteras espléndidas
viajes descubrimientos.
Pero aquí agonizan jovencitas
y niños muertos nos sobrevuelan.
(se triza el mundo conocido)
Primero fue una trizadura
en el mundo conocido.
Y luego, el hueso expuesto
la sangre detenida
cadáveres sosteniendo
pocillos de cloro
en el hueco de las manos.
Todavía despierto
agarrada la cabeza
el ojo hermético.
La palabra dispuesta a retener
este mundo en descalabro.
(señales inútiles ahora)
Inclinado alrededor del cadáver
el grupo se cierra en rosario monocorde.
Uno a uno se enumeran indicios:
panes quemados en el horno
quebrazón de platos
pájaros ahogados en el pozo.
El súbito aguacero
sobre la ropa colgada.
Boyas inútiles a esta hora.
Y ya atentos a la amenaza
se palpan, disimulados,
celebrando el calor de estar vivos.
Estos poemas hacen parte de Ratada (2005) y fueron publicados por Lom.