Francisco Pinzón Bedoya
(El Líbano, Tolima – 1956)
Es poeta y fotógrafo, admirador de la belleza en sus múltiples formas. Vive de amar las letras después de haber laborado más de 40 años. Ha publicado dos libros de poemas: Encuentro, 1999, y Sentires en mi menor, 2017.
HAMACÁNDOME
La noche tiene un particular ajenjo de luces
que corona tréboles de cuatro hojas
con un aroma tibio de sal rosada
El borde de la tierra se mece al ritmo del mar
mientras hay un estallido de luciérnagas
que campea sobre el salitroso aire de junio
Dos enamorados callan tras las cortinas
y unen sus cuerpos en su danza lunar
para saberse el uno del otro… sin palabras
Los perros besan el orbe en sus ladridos
desde un coro que abrillanta el viento
más allá de su reminiscencia a lobo
El triquitraqui de las gotas en el asfalto
y la infinidad de polillas en el foco del poste
terminan de completar el coro que me duerme
Así… esta calenda estalla bajo mis párpados
y le va poniendo límites a este extravío
ahora que la he perdido y sé que no volverá
SÓLO ESCRIBO PORQUE SÍ
La mañana avanza y el tiempo la aviva
el sol se parece al amor
avasallante y pasajero
vital y cancionero de muchos
Afuera un verde se regodea
y la inquietud del señor de a pie
fallece en la desesperanza
porque todo cambió… de repente
Dice el cielo que en la tarde
llorarán las nubes para aplacar
todo este escenario de incertidumbre
y yo… sólo mancho más y más
mis renglones y mi espera
FIESTA AL INFINITO
Me incendio en las fosas de la bestia
y me impregno del olor a liquen y rosas
luego… aligero mis pasos de fuego
te hallo en la hora escogida / de blanco
con rebordes de lilas y rojos tenues
con tu camisa estampada en tus relieves
y el universo almibarado pasa y me da vueltas
Me uno al festín con mis mariposas
y soy uno más en el reino de Baco
junto a la efervescencia de incrustarme
en cada uno de tus poros como un olor
y entonces… en la apoteosis y el crescendo:
tú me recibes / revelas tus reinos
y yo… humilde vasallo de tu piel
completo la búsqueda de mi tenerte
y creamos una fusión… inimaginable
SU META FUE VOLAR
Con límites de vértigo
su lenguaje de fondo
de audaz cosmogonía
en su propósito cardinal
y en medio de sonidos y cantos
de pájaros de mil colores
… ella se fue
Dejó el espacio rumoroso
salió a respirar otro mundo
y nunca volvió
Tal vez la vida se le presentó
y en su sabiduría la indujo
a que extendiera sus alas
y buscara sus mejores rumbos
Hoy… unos ojos que ayer
tenían a sus vuelos muy cerca
sólo la esperan y la lloran
al filo del olvido
MÁS ALLÁ DE LO TERRENAL
I
En una tarde de fríos que llegan por tener mis años
donde el tiempo ya transcurre mucho más lento
la franja que me separa del cementerio
extiende su mano y yo la evado desde mi altar
porque sé y me digo que cada vez estoy más lejos
de sucumbir a la muerte en vida como aquellos
que dejaron atrás su espíritu y su cerebro por usar
II
La inimitable nube de esponjosa bondad me recibe
agiganta su hamaca desde sus adentros
y me impele a sentir cómo me penetra el sueño
en donde soy un rey sin imperios vagando entre recuerdos
y creando algunos nuevos que me hacen parecer
un extranjero con un reloj que gira en sentido contrario
que se vacía sin dejar de sonreír… ante mis flores
III
La voz estalla cantos entre los juncos y el agua terrosa
y me llama para que esté en su ambiente de terror
me sumerja en su lírica dominante y me deje llevar
hacia un océano distante para juntar allí los detritos
entre los que quiere estos huesos míos llenos de historia…
pero yo le digo que aún no es tiempo para desaparecer
que tengo un gran proyecto en ciernes que completar
mientras sonrío sin pena y me digo:
No entendería que ese proyecto ya está vigente en mí
porque floto en esas ondas utópicas del ser feliz