Juliana Monroy
(Bogotá, 1989)
Duramen
la hoja cae
primero
silencio
después
crujir
pasado
en que restalla
una caminata de miles
un pelotón
de muertes
habitando
un viejo árbol en pie
cifradas
en el sendero de la savia
las rutas
siempre
en la savia
pasos
se pierden
como el gato
en juego
con su sombra
sombra
que nos muerde
la boca
o los talones
can rabioso
ansia
de no saber
quién se es
já mais
y pese a todo
seguir
dando de beber a la sed
del agua
y pese a todo
seguir alumbrando
el sol.
Abarbas (vil pirata)
Es inútil intentar subir al barco
abarbas.
Y si la cebolla me hace llorar,
será la prueba definitiva de que soy
√ hembra.
Y el capitán
(valga decir vir)
dirá:
«el que llora por su cebolla,
no puede zarpar».
Pero en altamar
ellos lloran
(abrazados a su cebolla,
dervorándola)
que la ballena blanca
que nunca vieron
sumiu
lloran y lloran
hasta hacer el mar
y luego dicen
dicen
que ellos solo son exploradores
y en el puerto
hacen caras largas
y muestran las manos
gastadas por la dureza de su empeño
y dan la impresión
de su vir (lid) dad
¿y cómo lo sabes?
Aprendí de Lisístrata
(señora de las prostetas)
a robar:
barba,
manto,
callos en las manos
bozarrón
y zarpé
mascando mi cebolla
sonriendo a voces
el secreto
vil pirata
nítido aullido
en el mundo
de las leletras.
EMA
hay soles danzantes
huevo explosivo
tes
dien
ar
a el ojo
y las manos
tes
an
cer
la
hay otros
agónicos
estériles
quebrantes,
quebrados
es
linidad
mascu
pálidos monumentos
3000 años
dominio de nebulosa
y hay todavía otros
Locuraira
de esos que
andan por la calle
y cuando pasan
los que los ven piensan
«los tiene bien puestos»
soles
huevos
inmensas yemas
que se sirven batidas al desayuno
de una familia que se hunde
como la comisura de los labios
al llorar
la ecuación de su extinción.
Uma historinha em três quadrinhos e uma nota de roda pé
*
¿Algo ha cambiado?
Como en el 67’, ellos quieren tenerte.
“Bread first… to be first”, Ford Mustang furious V8.
Mujer muchacha menina carro…
Carro menina muchacha mujer
tanto faz:
proprietas (pro-privus-ta)
**
¿Ha cambiado algo?
Como en… el momento cero de la historia, ellos quieren poseerte.
E incluso cuando tu nombre pareciera indicar que estás libre: mustang, de mesteño
(“Dicho especialmente de un caballo o de una res vacuna: Que
no tiene amo o no está domado”),
el lenguaje vuelve a traicionarte, y si no tienes dueño,
“Perteneciente o relativo a la
Mesta”,
asociación de ganaderos que se queda con los mestecos, es decir, con los que
osaron a volverse monstruos.
Monstruosas fuimos expulsadas del lenguaje.
revés de la Historia.
nuestra historia re(s)iente
No tiene grandes hechos.
No tiene grandes nombres.
Solo pequeñísimos
insignificantes
movimientos
de cuerpos en mutación.
¿Quién los cuenta/quién nos cuenta?
***
¿Cambiado algo ha?1
¿Cómo escribir un poema desde el anverso del lenguaje?
Ejaugnel led osrevna le edsed ameop nu ribicrse omóc?
1 oicen opreuc led dadilairetam elbacudeni al ed sojopsed sol ertne racsub
Esta selección fue hecha por la poeta y promotora de lectura colombiana Jenny Bernal.