Antonia Pozzi
(Milan, 1912 – 1938)
Estudió filología, formó parte del grupo de poetas que hizo resistencia en Italia a la guerra, y escribió poemas hasta el día de su muerte.
PRESAGIO
Esita l’ultima luce
fra le dita congiunte dei pioppi-
l’ombra trema di freddo e d’attesa
dietro di noi
e lenta muove intorno le braccia
per farci più soli.
Cade l’ultima luce
sulle chiome dei tigli-
in cielo le dita dei pioppi
s’inanellano di stelle.
Qualcosa dal cielo discende
verso l’ombra che trema-
qualcosa passa
nella tenebra nostra
come un biancore-
forse qualcosa che ancora non è-
forse qualcuno che sarà
domani-
forse una creatura del nostro pianto.
PRESAGIO
Duda la última luz
entre los dedos unidos de los álamos,
tiembla la sombra de frío y de espera
detrás de nosotros
y lenta mueve en torno los brazos
para hacernos más solos.
Cae la última luz
en las melenas de los tilos,
en el cielo de los dedos de los álamos
se adornan de anillos de estrellas
Algo desciende del cielo
hacia la sombra que tiembla,
algo pasa
a nuestra tiniebla
como un blancor,
algo que acaso no es todavía
alguien que acaso será
mañana,
acaso una criatura
de nuestro llanto
SOLITUDINE
Benché l’odore delle foglie nuove ti desti
ad una voglia di umano sole
ed il tramonto non trascolorato ancora in sera
ti spinga
per vie di terra
– remote
le soglie spente del cielo –
tu cerchi invano chi possa
in quest’ora per un tuo voto giungere
presso il tuo cuore
Vero è che nessuno
più giunge presso il tuo cuore
inaccessibile –
ch’esso è fatto solo –
dannato ai gridi
delle sue
rondini.
SOLEDAD
Aunque el olor de hojas nuevas te despierta
a un humano deseo de sol
y el ocaso no cambiado en noche todavía
te empuja
por rutas de tierra
-remotos
los umbrales apagados del cielo-,
buscas en vano quien pueda
en esta hora por un voto tuyo llegar
junto a tu corazón.
Es verdad que nadie
ya llega junto a tu corazón
inaccesible
-hecho para estar solo-
condenado a los gritos
de sus
golondrinas.
LIMITI
Tante volte ripenso
alla mia cinghia di scuola
grigia, imbratta,
che tutta me coi miei libri serrava
in un unico nodo
sicuro –
né c’era allora
questo trascendere ansante
questo sconfinamento senza traccia
questo perdersi
che non è ancora morire –
tante volte piango, pensando
alla mia cinghia di scuola.
LÍMITES
Tantas veces recuerdo
mi cartera escolar, gris, manoseada,
que toda yo estrechaba con mis libros
en un único abrazo
seguro–
no conocía este ansioso trascender,
trapasar sin dejar rastro
este perderse
que todavía no es morir–
cuántas veces lloro, pensando
en mi cartera escolar.
Traducción por Vintilla Horia y Jesús Lopez Pacheco en Poesía italiana contemporánea, Ediciones Guadarrama, Madrir, 1959.