CHERUBINA DE GABRIAK
(St Petersburg1887 – Tashkent 1928)
Ventana
Los días pasan, se arrastran cansados…
¡Al corazón le da lo mismo!
Simplemente no lo comprendes,
¡abre la ventana!
Detrás de la aburrida persiana verde,
el corazón hallará
un vuelo alegre
para la nueva ermitaña.
Arriba, detrás de la bandada de palomas,
se extiende un camino fácil,
olvídate a ti misma por un instante
en el cielo.
Ocurre que el cuerpo no sabe,
¡pero tal vez el alma podría!
¡Corazón! ¡Corazón! ¡Paloma blanca!
¡Dos grandes alas!
***
Mira en el espejo
y no te alejes.
Allí no están tus rasgos,
allí, viva, en el espejo,
está tu otra.
… Silencio, no hables…
Mira las partículas del mal y del miedo,
el resplandor de la mentira,
te crearon una imagen de ceniza
y estás viva.
Así es como vives, no te muevas y escucha:
allí en el espejo, en el fondo,
existe un jardín submarino con flores perladas.
No mires atrás,
aquí tus días son vacíos,
aquí destruirán lo que es tuyo.
Vive en el espejo.
***
Todos los días me traes violetas
de tono lila oscuro,
son ingenuas y lamentables
las flores de tu enamoramiento.
Tu mente ciega no comprende
la ciencia refinada del amor,
y una sonrisa de aburrimiento
tuerce mi delgada boca.
Con el añejo veneno de mi perfume
te embriagaste dulcemente,
y yo con una sola mirada débil
destruyo las flores innecesarias.
Traducción y selección por Natalia Litvinova, poeta, traductora y escritora argentina de origen bielorruso.