Daniel Arella
(Caracas, 1988)
Poeta, ensayista, narrador y ajedrecista. Es autor de los poemarios Al fondo de la transparencia (Los caminos de Altair, Venezuela, 2009); El loco de Ejido (Plaquette, LP5 Editora, Chile, 2013); El andrógino ebrio en el haitón. (Nuevos Clásicos, Bolivia, 2017) y Anatomía del grito (LP5: Fox Island, 2020), donde se encuentran los poemas de esta selección.
Fue tallerista de literatura desde el 2010-2016 en la Casa Nacional de las Letras Andrés Bello en espacios psiquiátricos y penitenciarios; ahora imparte talleres on line de heteronimia literaria, poesía mística, filosofía y budismo para el público general.
Se dedica a la edición, la crítica literaria y la enseñanza.
PIES DE AGUA
a Anú.
Mi desangrar es confiar en el filo de la palabra (palabra)
verte necesité crecer hacia adentro como raíz de relámpago negro
tierra viva vitral oscuro triangulabas el dolor en mi pecho
duermevela escondida saliendo de la sonrisa victoriosa
buscando mi mano sus pies son el agua
Pies de agua
haré de este mundo nuestro río
haré de esta sed el mar aunque anochezca
en la noche trabajo mejor con la espuma
es noche esa luz cuando la amaestras
es noche esa luz canto invencible
soy vencido en la gloria mis versos benditos
es la gloria ser oscuro y pertenecerte
es la gloria vencer la oscuridad vencido
[Antón Zsü. Puerta bajo la cascada que crece,
6: 56 a.m., 7 de julio del 2039 /México]
EL DRAGÓN ROJO DE LAO-TSÉ
a Sacha Guerrero
Cuando el profesor Briceño Guerrero
hablaba y hablaba sobre la poesía
y el origen resplandeciente del silencio
Yo te murmuraba palabras obscenas
para que se enredaran en tu cabello
de relámpago oscuro
y te musitaba besitos delgados
Cuando él hablaba sobre
el dragón rojo en que cabalgaba Lao-Tsé
para buscarte y entregarte
la cabeza de Confucio llena de amapolas
Yo te murmuraba canciones dementes
Mientras él decía que sentía que había perdido algo
yo sentía que te había encontrado a ti
exacta húmeda furiosa
para que me recitaras fumada el poema de Jorge Teillier
que tanto te gusta las veces que quieras
y quedarme dormido al fin
en el bosque astral de tu cabeza
sobre tus teticas despiertas
y seguirte murmurando
aquello que no es poesía
ni silencio resplandeciente
ni mantra
ni sonatina
ni un grito desplegado como un cielo de nubes
ni invertebradas vocales durmiendo su acento en tu vientre
Mientras se hablaba de la inocencia
y los soles prenatales del cuerpo
Yo era un niño infernal
escribiendo este poema de amor para ti
[Miguel James. Las Nínfulas de Odessa;
4:20 a.m., 7 de julio de 2024/ Mérida]
LA MÁS BELLA CARTA BREVE DE AMOR PARA DANIELA NAZARETH
El pudor, la tarde comienza a palidecer en tus manos, hay tiempo, no hay tiempo, el beso, el relámpago, el cielo que cede, que es un puto, que con la poesía lo entierras, que está solo, que tú no entiendes quién soy, que tú no has visto mi corazón desnudo y haces de tus manías una ontología del misterio, que confundes tu belleza con la crueldad, y que estoy enamorado y soy un vagabundo trascendental, que me declaro, que estoy desnudo, que no guardo sino para los mendigos, que escribo poemas porque soy dueño de todas las palabras y a todas las palabras las olvido, menos a ti, que quiero escribir, te quiero decir que me tienes en tus manos, que mi alma tiene el color de tus uñas, que mi corazón late rebotando en tu aurora, que estoy loco por ti, que ya no creo en nadie que no se parezca a tu sonrisa, que estoy triste, que te quiero ver, que quiero beber cocuy para ver tus manos coser mis sombras, que me entrego, que soy suicida, que no creo sino en tus labios cuando me niegan, cuando blasfeman, cuando dicen que eres fría y en cualquier momento dejarás de sentir, y que yo siento como si el fuego fuera árbol de mi piel, yo que te amo, y estoy jodido y sé que las palabras no sirven para nada, pero el canto tal vez en tu sueños me reconozca y te olvides de ti por primera vez, y ames, y olvides y ames y olvides y me escribas un poema como si no existieras, como si respiraras cerca de mí
[Leonardo Lumen. Prosa pistola
5:02 a.m., 15 de junio de 2028 / Praga]
POEMA INFANTIL A SASHA GRAY
a Cristina Gutiérrez Leal
Yvonne,
en Cuba olvídame
de verdad olvídame
que me olvides en Cuba siempre y en todas las calles
en cada esquina, en cada rostro, olvídame
en la orilla de la playa en que te desnudes, olvídame
que el mar es la única promesa para recordar lo imposible
Pero cuando bebas ron en un bar de La Habana
santiguada por tus espejismos
recuerda a Sasha Grey en el video porno que vimos juntos
uno al lado del otro
en nuestra segunda cita
en mi cuarto
ese día de abril
como dos hermanitos viendo El Rey León por primera vez
y nunca olvides su fauna de miembros
oxidándole la boca
su boca torcida mendigando la bestia
suplicando la dicha del suplicio
y los Red Lights Boys que no podían con ella
un ejército contra una sola boca
porque el circo de la humanidad es tu boca, Sash
En tu boca el verbo se hizo carne
y en mi silencio tu carne, Yvonne, se hizo verbo y mundo
Yvonne,
recuerda a Sasha Grey viéndote a los ojos
atragantada con todas las palabras que yo te murmuraba
con todas las palabras que no escribiría nunca
ese día de abril viéndome a los ojos
y yo viéndote la boca como si fuese una estrella en el final de mi vida
mientras veías la boca de Sasha Grey como un guante de un solo dedo en mil manos
para encontrar su lengua al final de tu cuerpo
donde comenzaba mi silencio a balbucear sus ánimas tan temprano
ese día de abril
y reventar los orgasmos que padecí después en tu altura, Yvonne,
esa vez tus comentarios técnicos sobre el video
me excitaban aún más que el culo de Sasha:
Me decías:
“Su boca parece una vocal rota”
“Es una experta, lo hace con la maestría de una señora recibiendo la hostia en la iglesia”
“Sus manos son blancas como para olvidarme en un sueño”
“Es bella como una Boticelli manchada por la historia”
Era nuestra segunda cita
Y era la primera cita de Sasha con 60 tipos
Tus comentarios tiernos sobre el video
Me excitaban aún más
que el video
y las nalgas de Sasha
agitándose como el mar en donde estarías olvidándome con cada ola
una y otra vez, una y otra vez, olvidándome
su boca entrando y saliendo
su boca saliendo y entrando
tú entrando y saliendo del mar
olvidándome con cada ola
y su boca un cielo de semen
y yo saliendo de aquel bar en donde te escribía este poema para no morir
[Eduardo Polo. Volcán invertido.
2:08 a.m., 07 de octubre, 2041 /Florencia]
ROSTRO DE NADIE
Escribir poemas es dar la cara
pero un poema no es todavía un rostro
Y si es verdad que al loco lo traiciona el rostro
al poema lo traiciona la cara
y al loco lo traiciona el poema
y el poema los traiciona a todos
El poema es cara o cara, no hay azar, eso es todo
Cada arruga de ese rostro es un verso de ese poema
Cada cicatriz de ese rostro en un verso de ese poema
Cada marca de dolor de ese rostro es un verso de ese poema
Cada cortada de ese rostro es un verso de este poema
La nada no es la resignación perfecta
La nada es la perfecta responsabilidad
Nada de blanca ceniza
nube de amor sin soledad
perdida en la miel
es luz anterior a la luz
no es ausencia
una colmena de relámpagos
un cielo hecho de tierra
es el espíritu que se hizo cuerpo y memoria para esperarte
[Antón Zsü. Monstruosidad de cielo en las cosas tilas;
6:27 a.m., 11 de abril del 2025 /Zúrich]