Ingrid Jonker
(Douglas, 1933 – Ciudad del Cabo, 1965)
Ingrid Jonker es una poeta afrikáans que luchó contra el racismo instaurado por las políticas del apartheid. Se suicidó arrojándose al mar de Ciudad del Cabo en 1965. Escribió su obra en su lengua originaria y fue conocida en el medio de habla hispana gracias a la traducción que hizo Agustín Sequeros en 2015.
El niño matado de un tiro por los soldados de Nyanga
El niño no está muerto
el niño levanta el puño contra su madre
que grita ¡África! grita el aroma
de libertad y brezo
en barriadas de corazón acorralado
El niño levanta el puño contra su padre
en un cortejo de generaciones
que gritan ¡África! gritan el aroma
de justicia y sangre
en las calles de su orgullo en armas
El niño no está muerto
ni en Langa ni en Nyanga
ni en Orlando ni en Sharpeville
ni en la comisaría de la policía de Phillippi
donde yace con la cabeza traspasada por una bala
El niño es la sombra de los soldados
que hacen guardia con fusiles y carros blindados y cachiporras
el niño está presente en todas las asambleas y legislaciones
el niño mira expectante por las ventanas de las casas y en los corazones
de las madres
el niño que sólo quería jugar al sol en Nyanga está por todos lados
el niño que se ha hecho un hombre recorre toda África
el niño que se ha hecho un coloso va por todo el mundo
sin un pase.
Te repaso
Te repaso
sin principio ni fin
repaso tu cuerpo
el día tiene una estrecha sombra
y la noche cruces amarillas
el paisaje poco importa
y la humanidad es una fila de velas
mientras yo te repaso
con mis pechos
que imitan la cavidad de tus manos.
He buscado el camino de mi cuerpo
He buscado el camino de mi cuerpo
y no encontré más que extrañas cicatrices en el polvo
huellas de antílopes azules elefantes y leopardos
visibles en el claro secreto del camino blanco.
¡Oh! yo sólo quería conocer tu sombra, cabrita montés
y el exiguo peso de tu cuerpo huyendo.
La selección de los poemas es de Luisa Salazar Arrieta.