Un Lugar para Ti

Narrativas autorreflexivas: Gloris T

Tiempo de lectura: 5 minutos

EPISTOLA DE VIAJE

 

Mi querida amiga Monik, te saludo desde el hermoso condado de Sarasota, un lugar espléndido en donde el sol sonríe con fuerza cuando amanece, ofreciendo un espectáculo de colores brillantes naranjas y amarillos, a transeúntes, deportistas y madrugadores. Creo que la palabra sunrise tiene su origen en la hermosa sonrisa del astro sol que se alardea con su gallardía y brillantez por este lugar que me tiene absolutamente enamorada por su cielo azul profundo, sus playas de arena blanca y fina, sus esculturas y arquitectura de  grandes edificios y casas que algunas conservan  la época de la colonia de los españoles, especialmente las que están cerca de las playas.

 

Para viajar a Sarasota es preferible hacerlo en avión porque está ubicado aproximadamente a una hora de Miami por aire. Por carretera debe ser más lejos; aunque hacerlo por tierra no debe estar nada mal porque las autopistas de algunos lugares de los EEUU son muy buenas, por lo menos las que yo he recorrido. También, como no es montañoso entonces no hay tantas curvas como en la geografía de nuestra hermosa Colombia. ¡Eso sí! las autopistas son muy parecidas entre ellas, rectas, además con la estaciones de gasolina y malls para comer  en los mismos lugares  Mac Donalds, Windy, Tacos Bell  Tropical Chickens y  Starbucks. Aunque encontramos un lugar diferente  para tomar smoothies, deliciosos, pero muy !costosos!

 

Sarasota está ubicada en el sureste del estado de Florida y según algunos responde al nombre de una Española importante, me imagino que a la esposa o a la hija mimada del fundador  que llegó al lugar y se llamaba Sara de Soto. No se encuentran casi latinos, como en Miami,  Key West, Boca Ratón o Fort Laurdedale, por lo tanto si entras a un restaurante  o una tienda no te entienden  ni el simple  hola en español, por lo que es bueno para practicar nuestro spanglish. De Sarasota todo me gustó. Al lado del hotel donde me quedé está el puerto, allí atracan los yates grandes y pequeños, muchos de ellos de ricos y extravagantes (como queremos ser  nosotras para darnos tales gustos) de la región y otros que vienen del norte huyendo del frio para aprovechar lo que ofrece el verano en Florida.

 

Allí me encantó la escultura Unconditional Surrender Sculpture que hace apología a la fotografía de Victo Jorgersen, quien capturó la imagen de un marinero estadounidense agarrando a una enfermera para un beso improvisado en medio de las celebraciones de Times Square. En un artículo de 2010, The New York Times lo describió como «una imagen definitoria del siglo estadounidense, una que expresaba la alegría de una nación en su momento de mayor triunfo». Y obviamente tu amiga Gloris, ósea yo, aprovechó para tomarse una foto, simulando que un apuesto marinero la besaba de manera improvisada.

 

Mi estadía en Sarasota la gocé al máximo, para descansar, dormir, conocer, jugar con mi sobrina,  disfrutar la compañía de mi hermana y  sostener largas charlas con mi cuñado, mientras visitábamos  algún lugar(todos interesantes) o un restaurante gourmet de comida local e internacional.Aproveché para montar en bicicleta y realicé un recorrido bajo ese sol ardiente que me sonreía con sus rayos brillantes al compás de mi pedaleo; atravesé el puente Long Boat Bridges para llegar al otro lado de la bahía. La sensación de libertad y seguridad fue tal, que sigues pedaleando sin ningún afán, ni el temor que te van a robar, atropellarte un vehículo o algún transeúnte despistado, porque  la vía vehicular tiene andenes especiales para  caminar y  transportarse en bicicleta, a lado de las que son para los automóviles.

 

En uno de esos recorridos   en bicicleta llegué al Harding Circle History District, lugar en donde había estado la noche anterior paseando por el bulevar que tiene tiendas de ropa y dulces, restaurantes y heladerías, donde venden esos delicados macarrones que se deshacen en la boca como si fueran algodones de azúcar, con la diferencia que son de sabores exquisitos.

 

El bulevar no es como un mall rutinario y aburrido, se encuentra alrededor de un circulo que en Colombia llamamos Round Point, además  entra la brisa del mar que refresca la noche  como el mejor anfitrión que replica en tu piel ¡quédate aquí conmigo!. El lugar se embellece con esculturas que imitan a la cultura griega de AC, la iluminación de sus calles y las gentes que sale de sus casas y  hoteles para disfrutar  con amigos y familias la hora de la cena.Allí también está el St Armada Circle, en donde se encuentra el restaurante Columbia, de origen Español y el más antiguo de Sarasota, fundado en el año de 1959. Su encantadora arquitectura Mediterránea crea un ambiente elegante, sofisticado y muy amable. Es un lugar en donde se mezcla la época con el brillo tropical de Sarasota y la exquisitez de la comida gourmet española y cubana, que alegran hasta el paladar más exigente. Allí me comí unas deliciosas tapas españolas, excepto por las de cangrejo que me produjeron un alergia leve. La sangría es fresca y deliciosa como la brisa del mar de Sarasota; y la piña colada ¡Oh la la!  es la bebida de los dioses esculpidas en  Harding Circle History District . Creo que no volveré a beber una mejor.Los restaurantes los cierran a las 10:00pm y el Columbia recibe público solo hasta las 8:00pm, si no llegas antes, te perderás de su exquisitez gastronómica y arquitectónica.También conocí dos universidades: The New College of Florida, que esta ubicada frente al mar; su campus tiene grandes árboles y zonas verdes que te abrigan con una gran sombra de colores. Cuando llegué al lugar quedé tan atraída que me imaginé en las clases de ecologia social y ecología política  con mis estudiantes, al frente del mar  y bajo la sombra acariciadora de los árboles.

 

Un lugar así no es posible en Colombia y mucho menos en la ciudad de Medellín, en donde las universidades cortan arboles para construir más y más edificios hechos de bloques de ladrillo, cuyo aire a veces es artificial. Recorrí The  University of South Florida- Manatee Campus, un lugar espectacular en la cual hace oda al aprendizaje placentero. Hallé  tiene la cafetería central al aire libre, que no tiene que envidiarle a esos restaurantes que muestran en las películas francesas y españolas, rodeada de una fuente de agua iluminada que le da un estilo elegante.  Algunos árboles tienen hamacas lujosas, supongo, para que los estudiantes descansen luego de una larga jornada académica. Muy interesante cómo los constructores y propietarios delas universidades en Sarasota, piensan en el confort del estudiante y compiten dentro un mercado educativo cada vez más exigente en comodidades, para que el conocimiento se de al mejor estilo de los países desarrollados.En este viaje tuve experiencias muy agradables y exquisitas que llenaron mi corazón de gozo y alegría: mi vista se deslumbró por la maravilla del paisaje costero con el mar que juega con el cielo, entre los dos se desafían para el mejor azul diáfano y profundo. Comparo a Sarasota con un paraíso tropical de sunhine con playas increíbles, lugares espectaculares y comida sin igual.En mi mente queda como un lugar delicioso al que quiero volver, recorrer en bicicleta  y  tomarme la fantástica  piña colada.Regreso a Miami a continuar mis vacaciones, descansar y luego volver a Colombia a mostrarte fotos del viaje y continuar con el trabajo en la Universidad.

 

Espero hayas imaginado mi viaje y disfrutado conmigo.

 

Con cariño, Gloris T.

 

Ejercicio de escritura del taller  Narrativas autoreflexivas, una escritura de lo cotidiano. Dirigido por Angélica González OteroEducación Continúa, Universidad Javeriana de Bogotá.

 

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